¿Qué es y cómo funciona un Unit Linked?

Definición de Unit Linked

 

Dentro de la parte de seguros de vida, uno de los productos que más aceptación está teniendo entre los inversores, son los Unit Linked, que son un tipo de seguro de vida que invierte en nombre y por cuenta del asegurador, en aquellos activos que ha elegido el tomador del seguro, que es quién corre con el riesgo de la inversión.

Es decir, el titular de los activos, es el asegurador y quien decide en qué activos se debe invertir, es el tomador del seguro.

Así pues, y dado que es el tomador quien deciden donde se deben invertir las primas aportadas, el capital final disponible, será variable en función del comportamiento que hayan tenido los distintos tipos de activos en los que se haya invertido.

Fiscalidad de los Unit Linked

 

Fiscalmente, el Unit Linked tendrá el mismo régimen fiscal que los seguros de vida, esto es que se tributará al cobrar la prestación; siempre y cuando se cumplan las siguientes características:

1- El tomador del Unit Linked no tendrá facultades para modificar las inversiones afectadas a las pólizas.

2- Las provisiones matemáticas han de estar invertidas en acciones o participaciones de las IIC predeterminadas en el contrato (serán españolas o comunitarias) o en un conjunto de activos reflejados de forma separada en el balance de la Entidad Aseguradora y que cumplan con los requisitos de diversificación y dispersión de las inversiones que contempla la normativa aseguradora, además de que siempre estén determinadas dentro del contrato del seguro.

 

 

¿Qué es una Ampliación de Capital?

Uno de los términos financieros más comunes dentro del campo de las inversiones, es el de «ampliación de capital«. Sin embargo, no todos los inversores saben realmente en que consiste.

Definición

Una ampliación de capital, es una operación financiera que una empresa realiza cuando quiere incrementar su capital social. Por norma general, las ampliaciones de capital se llevan a cabo emitiendo nuevas acciones, aunque también puede aumentarse el valor nominal de las que ya están en circulación.

Clasificación

Existes tres maneras de clasificar una ampliación de capital:

Ampliación a la par, que es cuando el precio que se paga por cada nueva acción, es igual a su nominal.

Ampliación por encima de la par, que es cuando el precio que se paga por cada nueva acción es superior a su nominal

Ampliación liberada, que es un tipo de ampliación de capital que las empresas realizan con cargo a reservas (la mayoría de ampliaciones de capital son así). A su vez, una ampliación liberada, puede serlo al 100% que es cuando el accionista antiguo no tiene que pagar nada por recibir acciones nuevas; y parcialmente liberada, que es cuando una parte de la ampliación la pagan las reservas de la empresa, y una parte la paga el accionista.

 

¿Qué es un derivado?

Algunos inversores profesionales, utilizan para sus inversiones productos derivados, un producto complejo que en ocasiones también suele estar presente en las carteras de algunos inversores particulares con una alta tolerancia al riesgo.

Definición de producto derivado.

Un producto derivado, como su propio nombre indica, es un producto cuya evolución, depende a su vez de la evolución de otro activo, que es conocido como activo subyacente. Este activo subyacente, puede ser un índice (Eurostoxx, Ibex, Dax…), una acción (Telefónica, Adidas, Nike…), una materia prima (Oro, Trigo, Petróleo…) o un par de divisas (euro/dólar, dólar/yen, euro/franco suizo…).

Derivados más utilizados.

El producto derivado por excelencia, es el futuro financiero, aunque cada vez es más frecuente el uso de otros derivados como pueden ser los CFDs o las opciones.

En futuros comentarios, iremos definiendo los diferentes tipos de derivados, pero hoy vamos a centrarnos en los futuros financieros.

¿Qué es un futuro?

Un futuro, es un derivado que nos permite, comprar o vender un determinado activo subyacente, en una fecha futura determinada. La fecha en la que estamos obligados a comprar o vender el activo subyacente, se denomina fecha de vencimiento.

Cuando compramos futuros, se dice que estamos largos, mientras que si vendemos futuros, se dice que estamos cortos.

Llegada la fecha de vencimiento, el comprador de futuros tiene la obligación de comprar el activo subyacente al precio en el que cotice en ese momento, ganando o perdiendo la diferencia entre el precio de compra del futuro (el día que hizo la operación con el derivado) y el precio del subyacente en el momento del vencimiento. Al revés, el vendedor de futuros, tendría la obligación de vender el activo subyacente al precio en el que cotice en ese momento, ganando o perdiendo la diferencia entre el precio de venta del futuro y el precio del subyacente en el momento del vencimiento.

Por supuesto, en todo momento antes del vencimiento, tanto el comprador como el vendedor del futuro puede deshacer su posición. Para ello, tendría que hacer la operación contraria, es decir, vender si está comprado de futuros y comprar si está vendido de futuros. Es decir, no es necesario llevar el futuro al vencimiento.

Veamos un ejemplo que pueda clarificar esta definición.

Imaginemos un inversor que compra un futuro de Telefónica, a 7,50€ con vencimiento a diciembre de 2018. Supongamos tres escenarios teniendo en cuenta que por norma general, un futuro sobre acciones, equivale a 100 acciones:

1- El comprador, deja el futuro hasta el vencimiento, donde Telefónica cotiza a 10€. Tendría entonces que comprar acciones a 10€, pero como compró su futuro a 7,50€ habría ganado con el futuro, 2,50€ por acción. Es decir, 250€.

2- El comprador, deja el futuro hasta el vencimiento, donde Telefónica cotiza a 7€. Tendría entonces que comprar acciones a 7€, pero como compró su futuro a 7,50€, habría perdido con el futuro 0,50€ por acción. Es decir, 50€.

3- El comprador, ve que en octubre Telefónica está cotizando a 9€. Como sabe que va ganando 1,50€ por acción, decide vender su futuro y consolidar su ganancia. A este echo se le conoce como cerrar la posición. Habría ganado 150€.

Una particularidad de los futuros, es que el comprador o vendedor del futuro no tiene que utilizar inicialmente la cantidad de dinero que supondría la compra o venta del subyacente, si no que solo tiene que poner un determinado porcentaje de la inversión equivalente, lo que se conoce como garantía.

Imaginemos por ejemplo alguien que compra 10 futuros de Telefónica a 8€. Su inversión equivalente serían 1000 acciones de Telefónica a 8€, o lo que es lo mismo 8.000€. Sin embargo, no necesita disponer de esa cantidad, ya que en un inicio, solo se le requerirán unas garantías, que generalmente suelen ascender a un 20% de la inversión equivalente.

Es por ello que los futuros, son productos apalancados, es decir, productos que nos permiten invertir por más dinero del que tenemos realmente, de ahí que sean productos de riesgo elevado y solo aptos para inversores con conocimientos financieros y experiencia.

Si se utilizan los futuros de una manera inadecuada, invirtiendo más dinero del que tenemos realmente por ejemplo, se podría llegar a perder toda la inversión. 

En el ejemplo anterior, un inversor que tiene 8.000€ en cuenta, y se compra 10 futuros de Telefónica a 8€, no tendría ningún problema, más allá de la posible pérdida que tuvieran las acciones en un momento determinado.

Sin embargo, si dispone solamente de 2.000€, si que podría meterse en problemas, ya que por garantías (20% x 8.000€ = 1.600€), podría comprar los 10 futuros, pero ante una caída del 15% de Telefónica, perdería 1.200€ (8.000€ de inversión equivalente x 15% de caída) de los 2.000€ de los que dispone, lo que supone una pérdida de un 60% de su capital.

¿Cómo podemos saber el riesgo de un Fondo de Inversión?

Uno de los aspectos más importantes a la hora de configurar una buena cartera de inversiones, como hemos dicho en muchas ocasiones, en la adecuar la composición de la misma al riesgo que estamos dispuestos a asumir. Lógicamente, para ello debemos de conocer o saber medir el riesgo de cad uno de los activos que componen la cartera. Cuando hablamos de fondos de inversión, la medida que solemos utilizar para saber el riesgo que puede tener un fondo, es la volatilidad. 

Volatilidad, ¿Cómo interpretarla?

Este dato, se puede encontrar fácilmente en la ficha del fondo, y nos indica el rango de fluctuación media que ha tenido el fondo durante un periodo de tiempo determinado. Cuanto menor sea la volatilidad de un fondo, menores habrán sido sus fluctuaciones, y por tanto menor será su riesgo.

Por norma general, se publican datos de la volatilidad a uno, tres y cinco años. 

Lógicamente, cuanto más a largo plazo veamos la volatilidad, más podremos concretar el riesgo real del fondo de inversión. Esto es así por que en ocasiones, las volatilidades a 1 año de los fondos de inversión, pueden estar distorsionadas por un comportamiento anómalo del mercado.

Por ejemplo, en el año 2017, la volatilidad de los mercados ha sido extraordinariamente baja, por lo que las volatilidades a 1 año de la mayoría de fondos, han estado muy por debajo de su media histórica, algo que podría llevarnos a engaños y hacernos ver menos riesgo en un fondo del que realmente tiene.

¿A qué plazo deberíamos de mirar la volatilidad?

La medida de tiempo quizás más adecuada para poder hacerse una idea correcta del riesgo de un fondo, sea ver la volatilidad del mismo en un periodo de 5 años.

¿Qué debemos de tener en cuenta?

En ocasiones, el ver un dato de volatilidad de un fondo de manera individual, puede darnos una idea de lo que debemos de esperar del fondo en concreto, pero no de si el fondo es el más adecuado dentro de su categoría. Es por ello que es recomendable que hagamos un comparativo entre varios fondos de la misma categoría, para saber en primer lugar, qué volatilidad es la esperada para ese tipo de fondos, y por otro lado para saber si el fondo que estamos eligiendo nos supone más o menos riesgo que la media de la categoría.

Folletos y documentación legal del fondo

Además de mirar los parámetros de volatilidad, los Fondos de Inversión tienen la obligación de publicar de manera periódica una serie de informes y documentación legal, que también nos puede ayudar a determinar el nivel de riesgo del fondo. Documentos como el KIID (documento de información al inversor), nos suelen mostrar cuál es la política de inversión del fondo, así como en qué activos está invertido.

Además en este documento se publica una escala de riesgo del fondo, que suele ir desde 1 (menos arriesgado), hasta 7 (máximo riesgo).

 

¿Deberíamos ahorrar para la jubilación? Por supuesto.

Según la mayoría de encuestas, una de las principales preocupaciones de los españoles, es que va a pasar con su pensión una vez se jubilen.

¿Tendremos pensiones?, ¿Cómo serán estas?… son cuestiones que lógicamente la gente se está comenzando a hacer cada vez con más frecuencia, y no es para menos, ya que no hace falta saber demasiado de economía para darse cuenta de que cada vez hay más personas que entran dentro de la edad de jubilación, y sin embargo el número de cotizantes a la seguridad social no crece en la misma proporción.

También hemos observado, que está aumentando el numero de ahorradores que están comenzando a planificar su jubilación de un modo privado, buscando generar un ahorro a largo plazo que les permita tener un cierto colchón de ahorro una vez dejen de trabajar, un ahorro que podría ayudarles a complementar la pensión que les pueda quedar en un futuro; una iniciativa que nos parece absolutamente necesaria.

¿Cómo ahorrar a largo plazo?

Quizás la manera más comúnmente conocida para ahorrar a largo plazo, es mediante el uso de Planes de Pensiones, un instrumento que sin embargo no siempre es el método más apropiado para planificar la jubilación, como veremos a continuación.

Ventajas de los Planes de Pensiones

La principal ventaja de los planes de pensiones, es la posibilidad que tienen de desgravarse una determinada cantidad de las aportaciones realizadas, en el IRPF, algo que beneficia a aquellos ahorradores con ingresos elevados.

Inconvenientes de los Planes de Pensiones

Este tipo de productos están configurados para ayudar a sus poseedores a generar un ahorro de largo plazo para el momento de su jubilación, por lo que solo pueden rescatarse llegado el momento de la jubilación o en el caso que se den una serie de supuestos excepcionales, como un paro de larga jubilación, una enfermedad grave o una invalidez, por ejemplo.

Fondos de Inversión

En nuestra opinión, los Fondos de Inversión es la mejor manera para ahorrar a largo plazo, ya que nos permiten aprovechar las ventajas de la inversión colectiva, al igual que los Planes de Pensiones, pero no tienen ningún tipo de restricción para poder rescatar el dinero. Es decir, un ahorrador que compre hoy un Fondo de Inversión, podría rescatarlo la semana siguiente si así lo quisiera o necesitara.

La única desventaja que tienen los Fondos de Inversión con respecto a los Planes de Pensiones, es que no gozan de una ventaja fiscal, pero como hemos comentado anteriormente, esto sería algo que solo podría interesar a aquellos ahorradores con rentas elevadas.

Liquidez, capacidad de diversificación, poder aprovechar las ventajas de las economías de escala, invertir en prácticamente cualquier mercado u activo o aprovecharse de las capacidades de gestión de profesionales, son algunas de las bonanzas de los Fondos de Inversión, que están al alcance de cualquier ahorrador, independientemente de cuál sea su capacidad de ahorro.

Conclusión

Si la jubilación nos preocupa, hay que tomar medidas cuanto antes. Comenzar a planificar un ahorro de largo plazo, es algo que nos ayudará en el futuro, por lo que no deberíamos de demorarlo más en el tiempo.

Contactar con un asesor financiero que nos ayude a revisar nuestra situación económica actual, y planificar la situación económica futura, puede ayudarnos a que la jubilación, sea un problema menor en nuestro día a día.

 

 

 

 

 

¿Qué es una OPA y una OPV? ¿Qué las diferencia?

Dentro de la terminología bursátil, habrán leído o escuchado con cierta frecuencia que una empresa va a realizar una OPA o que una compañía saldrá a cotizar a bolsa mediante una OPV. Pero, ¿entienden que significan estos términos?

¿Qué es una OPA?

Son las siglas de Oferta Pública de Adquisición, y es como se denomina a una oferta que o bien una empresa o bien una persona física realiza total o parcialmente sobre las acciones de otra compañía, con la intención de comprarla en su totalidad o hacerse con la mayoría.

Recientemente, hemos vivido la OPA sobre Abertis por ejemplo.

Principalmente, una OPA se lanza para comprar y controlar otra compañía, pero hay casos en los que la OPA se realiza para hacerse con la empresa con la intención de que esta deje de cotizar en Bolsa. En este caso, se llama OPA de exclusión y lo más recomendable siempre es acudir a la misma, ya que de no hacerlo podríamos tener problemas de liquidez futuros.

¿Qué es una OPV?

Son las siglas de Oferta Pública de Venta y generalmente consiste en una operación que realiza una determinada empresa, con la intención de colocar sus acciones en Bolsa.

Podríamos distinguir dos tipos de OPV, la que realiza una empresa que no cotiza en bolsa aún en bolsa, y la de una empresa que ya cotiza en bolsa, y de la que alguno de sus accionistas principales busca deshacerse de un paquete relevante de acciones.

El proceso de una OPV, suele durar un cierto tiempo, durante el cual se produce la recepción de las órdenes de los compradores. En el caso de que el número de ordenes de compra, supere las acciones que la compañía quiere vender, se haría un prorrateo de las mismas o bien se limitaría el numero de acciones a comprar por inversor.

Recientemente, hemos vivido la OPV de Metrovacesa, por ejemplo.

 

¿Cómo ser mejor inversor? Tenga en cuenta la correlación de su cartera.

Hace poco, hemos publicado un artículo sobre la diversificación, uno de los factores más a tener en cuenta a la hora de planificar una cartera de inversiones. Sin embargo, como ya habíamos comentado, no es el único que deberíamos de tener en consideración.

Además de buscar productos o activos que nos ayuden a diversificar, hemos de tener en cuenta la correlación que estos activos tienen entre sí.

¿Qué es la correlación?

Se dice que dos activos están correlacionados, cuando tienen comportamientos muy parejos o similares.

Por ejemplo, un fondo de renta variable ligado al Ibex, y unas acciones del Banco Santander, tendrán una correlación elevada, ya que es lógico pensar que cuando sube el Ibex, también es probable que lo haga el Banco Santander, y viceversa; al igual que también tendrán mucha correlación un fondo de renta variable europea ligado a grandes índices, y un fondo de renta variable de Estados Unidos ligado al S&P 500 por ejemplo, ya que como saben, generalmente cuando se producen caídas en la bolsa americana, la bolsa europea suele verse afectada también.

Generalmente, los activos de bolsa suelen estar muy correlacionados, por lo que aunque configuremos una cartera de fondos muy diversificada, si estos son todos de renta variable, nuestra cartera estará muy correlacionada con las bolsas, por lo que cuando haya caídas fuertes en el mercado, no tendremos ningún activo que nos pueda compensar o ayudar a que esas caídas no nos afecten en exceso.

Es por ello, que a la hora de configurar la cartera, creemos que hay que tratar de incorporar productos que nos ofrezcan descorrelación, es decir, que no se comporten de una manera similar en un determinado contexto de mercado.

¿Cómo buscamos estos productos?

Es importante conocer toda la gama de productos que tenemos a nuestra disposición, ya que cuantas más posibilidades tengamos para configurar la cartera, mejor nos irá. Es por ello que es importante trabajar con Entidades Financieras que tengan una amplia oferta de producto.

Dentro de los fondos de inversión, las posibilidades no se limitan a fondos de renta variable o fondos de renta fija, si no que existen fondos de otras categorías como los mixtos, los de gestión alternativa, los sectoriales… que pueden aportarnos esa descorrelación que nuestra cartera necesita.

También es importante leer y formarse sobre inversiones, o al menos contar con un buen asesor financiero que pueda ayudarnos a determinar que productos son los más interesantes y adecuados para nuestros intereses, así como en qué momento es más adecuado tenerlos en cartera o no.

 

A mercado, por lo mejor o limitada ¿Cómo opero con acciones?

A la hora de comprar o vender acciones en cualquier plataforma o broker, suelen aparecernos tres posibles formas de comprarlas, lo que se conoce como tipo de orden, que puede ser: a mercado, por lo mejor o limitada.

En el caso de inversores novatos, es bastante normal que no se sepa distinguir con claridad cuál es la mejor manera para poner su compra o venta de acciones en el mercado, por lo que vamos a tratar de dar algo de claridad al asunto.

Orden a Mercado

En este caso, la orden de compra o venta, se lanza al mercado buscando que se cruce al mejor precio que haya en la contrapartida, con la peculiaridad de que si en el mejor precio de la contrapartida, hay menos títulos de los que queremos comprar o vender, nuestra orden se cruzaría con ese mejor precio, y seguiría con el segundo mejor precio, y así hasta que completemos nuestra orden. Es decir, en este caso, nuestra orden podría hacerse a varios precios, pero tenemos la total garantía de que se hará. 

Orden por lo Mejor

En este caso, la orden de compra o venta tiene un funcionamiento idéntico al de la orden a mercado, con la salvedad de que si en el mejor precio de la contrapartida, no hay títulos suficientes para completar nuestra orden, esta NO salta al siguiente precio, si no que se transforma en una orden limitada y se queda esperando en el precio al que se han cruzado los títulos en un primer momento, hasta que logre completarse. En este caso, podría ocurrir por tanto, que nuestra orden se hiciera de manera parcial, y que no llegásemos a comprar o vender todos nuestros títulos, aunque si operamos con valores líquidos y con volumen, no es frecuente que esto ocurra.

Orden Limitada

En este caso, nuestra orden de compra o venta, se lanza al mercado a un precio concreto, y se queda esperando en ese precio hasta que se cruce. Lo normal en el caso de una orden limitada, es que se ponga por encima del precio actual de la acción si es una orden de venta, o por debajo del precio actual del mercado si es una orden de compra, para tratar de hacer la operación a un precio más ventajoso.

¿Qué ocurriría si ponemos una orden limitada de compra por encima del precio actual de mercado, o una orden de venta por debajo del precio actual de mercado?

Pues que el sistema detectaría que hay un precio más favorable para nosotros en el mercado, por lo que transformaría nuestra orden limitada, de manera automática, en una orden a mercado.

¿Quieres ser un inversor de éxito? Diversifica tu cartera.

A la hora de planificar una buena cartera de inversión, muchos ahorradores nos preguntan cuál es el factor más a tener en cuenta según nuestra opinión.

Lo cierto es que para hacer una cartera competitiva hay que tener en cuenta muchos aspectos, ya que la cartera al fin y al cabo, tiene que cumplir una serie de objetivos y necesidades marcadas por el cliente. No obstante, si tuviéramos que señalar un aspecto “obligatorio” a la hora de hacer una cartera, sería el de la diversificación.

¿Qué es la diversificación?

Hay un famoso dicho en bolsa que dice, “no hay que poner todos los huevos en la misma cesta” y que viene a significar que no podemos invertir todo nuestro dinero en un solo producto. Este es el concepto primario que se esconde tras el concepto de diversificación.  Tratar de combinar una serie de productos para que la cartera esté lo mejor distribuida posible, lo que nos ayudará a disminuir el riesgo global de la cartera.

A la hora de diversificar, hay que tratar de hacerlo no solo por tipo de producto, si no también por zona geográfica, tipo de sector, estilo de gestión

Un activo que nos parece muy interesante de cara a poder hacer una buena diversificación de cartera, son los fondos de inversión, que nos pueden dar la posibilidad de invertir casi en cualquier producto que podamos imaginar, como renta variable (Europa, emergentes, grandes empresas, pequeñas empresas…), renta fija (deuda de gobiernos, deuda corporativa, high yield…) o gestión alternativa (market neutral, long/short…), entre otros…

Pero pongamos un ejemplo:

Es bastante común que nos reunamos con inversores a los que les gusta la renta variable, y suelen cometer el error de tener toda su inversión en acciones españolas. Esto provoca que todo su riesgo esté concentrado en renta variable española.

¿Cómo podríamos diversificar esta inversión?

Solamente con que este inversor que tiene toda su cartera en renta variable española, repartiera esta inversión en distintas zonas geográficas, como por ejemplo renta variable de Estados Unidos, renta variable Europea y algo de renta variable Asiática, estaría disminuyendo el riesgo de su inversión, mientras que sus perspectivas de rentabilidad, al seguir invertido en renta variable serían las mismas.

El hecho de que el riesgo se reduzca es muy fácil de comprender si pensamos que los mercados no siempre se comportan de la misma manera. Es decir, el mercado de referencia español, el Ibex35, no tiene por qué comportarse de la misma manera que el mercado chino o el alemán por ejemplo. De hecho, si ven el comportamiento que han tenido la bolsa alemana y la española en el último año, verán como la bolsa alemana se ha comportado mucho mejor que la española.

Así pues y como conclusión, creemos que si hay un factor que debemos de priorizar a la hora de configurar nuestra cartera de inversión, sería la diversificación sin ninguna duda, ya que es lo que nos ayudará a tener el riesgo de nuestra cartera más controlado.

¿Quiere tener éxito en sus finanzas? Pinche aquí