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El riesgo de las pensiones en el escenario de una mayor esperanza de vida

“Una imagen vale más que mil palabras”, o eso dicen. En la parte superior pueden ustedes observar el gráfico de la población española y un cálculo de su evolución para los próximos años.

Según estudios del  Fondo Monetario Internacional (FMI), «si todos viviéramos tres años más que los que marca nuestra actual expectativa de vida, los costes relacionados con las pensiones podrían crecer hasta un 50% para la economías avanzadas y emergentes. Definitivamente, los gobiernos, los fondos de pensiones y los individuos están subestimando seriamente las perspectivas de una vida más larga de lo anticipado. Si no tomamos medidas, ¿cómo podemos enfrentar este reto?». Con estas declaraciones, el FMI alertaba sobre los posibles efectos que va a tener en un futuro el aumento de la longevidad en el sistema de pensiones públicas, así como sobre la perspectiva de crecimiento de los países afectados.

En países como España, la pirámide de población (obsérvese la imagen que ofrecemos a continuación), evoluciona paralelamente al aumento del envejecimiento. Este tipo de pirámide se caracteriza por corresponderse precisamente con un fuerte aumento de la esperanza de vida pero, a la par, también con tasas de nacimiento muy bajas.

¿Qué supone, pues, el envejecimiento de la población? Disponer de una menor masa laboral, lo que implica una merma en el crecimiento a medio plazo y una reducción drástica de la aportación  al sistema de pensiones públicas. Recordemos, que en el caso de España, la seguridad social se rige por el sistema de reparto, también conocido como el sistema solidario. ¿Cómo funciona? Las cuotas que pagan los trabajadores no son para sí mismos, sino para toda la colectividad.  El dinero recaudado se utiliza para sufragar la viudedad de un trabajador que fallece, la jubilación de otro que deja la vida laboral activa, la pensión de orfandad de un menor, etc.

Para hacer frente a este grave problema, el FMI (Fondo Monetario Internacional) recomienda llevar a cabo medidas drásticas, muchas de las cuales ya se están implantando: retraso en la edad de jubilación,  recorte en las pensiones públicas, aumento de las cotizaciones, posibilidad de que los Estados puedan contratar coberturas con aseguradoras, que los gobiernos fomenten el ahorro privado para que su aportación a la hora de la jubilación sea tan importante como la pensión pública, etc.

Estas medidas son sólo una muestra de la tónica que va regir en un futuro. Las pensiones públicas tenderán a ser de subsistencia lo que hará necesario tener un complemento privado.  Por ello, es imprescindible planificar la jubilación también por el sistema privado. La gente joven (que es la más afectada), debería empezar a planificar su jubilación en el mismo momento en que empieza a obtener ingresos (y siempre que su economía doméstica así se lo permita), debe ser rigurosa con su plan de jubilación y ponerse en manos de un profesional que le ayude a encontrar los mejores instrumentos y activos que se adapten a su perfil y objetivos.

 

 

 

 

 

La formación, ¿es tan importante para invertir correctamente?

Somos conscientes de que muchos ahorradores, y así nos lo transmiten, tienen ciertos recelos a la hora de comenzar a invertir sus ahorros. Creemos que esto es algo normal, especialmente si echamos la vista atrás y vemos el largo historial de productos que durante años la banca tradicional ha colocado a sus clientes, sin valorar si realmente eran o no convenientes para ellos.

Es por ello que creemos que la formación financiera es algo imprescindible para todo ahorrador. Tengan en cuenta, que cuanto más formado está un cliente, más sencilla también es la labor del asesor financiero, y por tanto más satisfactoria puede ser la experiencia de invertir.

Un cliente formado, podrá valorar si el producto que le están ofreciendo es o no adecuado a sus necesidades y objetivos, y por tanto podrá determinar si encaja en su cartera. Lógicamente, esta es la principal labor del asesor financiero, pero no podemos caer en el error de dejar todo en manos de un profesional y olvidarnos de nuestras inversiones.

En nuestra opinión, creemos que es muy importante y productivo para los clientes, que se produzca un «tandem» o lo que es lo mismo, una especie de equipo entre el asesor financiero y el cliente. Por eso, creemos que además de que es asesor debe esforzarse en explicar todos los detalles y características de la inversión propuesta, el cliente debe también irse de la reunión con la total tranquilidad de que la inversión planteada es la adecuada. Es por ello que no hay que dudar nunca en preguntar todas las cuestiones que surjan sobre la inversión o cartera propuesta.

Por otro lado, los clientes que están más formados financieramente, son capaces de reaccionar mejor y con más eficiencia a los diferentes movimientos y comportamientos de los mercados, ya que son capaces de entender cómo funcionan estos. Errores como la falta de paciencia a la hora de invertir, o dejarse llevar por la codicia o el pánico en determinados momentos, son más fáciles de subsanar si se tiene cierta formación.

Hoy en día, cada vez más asesores y empresas de asesoramiento como Consulae Eafi, estamos apostando por formar a nuestros clientes, ya que creemos que esto es algo que a la larga, mejorará todo lo relacionado con los servicios financieros.

¿Por qué puede interesarme un Plan de Pensiones?

Un Plan de Pensiones, es uno de los instrumentos más utilizados, para realizar un ahorro periódico y de largo plazo con vistas a la jubilación.

Su funcionamiento es muy simple, ya que el ahorrador solo tiene que preocuparse de ir haciendo aportaciones en la medida de sus posibilidades y dejar que pase el tiempo hasta su jubilación. Una vez que esta llegue, podrá rescatar el importe acumulado en forma de capital (todo de una vez), en forma de rentas o combinando ambas.

Los Planes de Pensiones, al igual que los Fondos de Inversión, son Instituciones de Inversión Colectiva, es decir, instituciones que captan el dinero de muchos inversores para hacer una gestión conjunta del patrimonio. Esta gestión es realizada por un equipo profesional de gestores, quien en función de las pautas determinadas de antemano por el folleto de la IIC, podrán invertir en diferentes tipos de activos (renta variable, renta fija, inmuebles…).

Lógicamente, antes de contratar un Plan de Pensiones, el ahorrador dispone de toda la información sobre los criterios de rentabilidad y riesgo asociados a la política de inversión del Plan, por lo que podrá elegir que riesgo quiere asumir en todo momento. Al igual que en los Fondos de Inversión, existen Planes para todo tipo de perfiles de riesgo, desde los más conservadores a los más agresivos.

Ventajas de contratar un Plan de Pensiones

 

Una de las grandes ventajas de los Planes de Pensiones, es que hasta un determinado nivel, las aportaciones de ahorrador tienen la posibilidad de ser desgravadas en el IRPF, deduciendo con ello la base imponible y proporcionando un importante ahorro fiscal al contribuyente. Es por ello que suelen ser productos más interesante para ahorradores con ingresos elevados, que para ahorradores con rentas medias o bajas.

En nuestra opinión, vemos más interesantes los Fondos de Inversión que los Planes de Pensiones para preparar la jubilación, pero bien es cierto que para aquellas personas que tengan ingresos elevados, la deducción fiscal de los Planes es muy atractiva, por lo que no vemos mal la idea de combinar dentro de una cartera de inversiones, ambos instrumentos, con la idea de conseguir la máxima eficiencia aprovechando las ventajas de cada uno de ellos.

¿Cuánto nos podemos desgravar?

 

Lo máximo que podemos desgravarnos, es la menor de estas cantidades: 8.000€ o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y actividades económicas.

¿En qué supuestos podemos rescatar un Plan de Pensiones?

 

Como hemos comentado al principio, este es un producto que está orientado a la jubilación, por lo que no puede rescatarse con anterioridad a esa fecha (al contrario que los Fondos de Inversión que pueden reembolsarse en todo momento), salvo que se den una serie de supuestos:

– Desempleo de larga duración

– Incapacidad laboral permanente

– Fallecimiento

Desde enero del 2025, se podrán rescatar aquellas participaciones con una antigüedad mínima de 10 años, algo que ha sido incorporado recientemente.

 

¿Deberíamos ahorrar para la jubilación? Por supuesto.

Según la mayoría de encuestas, una de las principales preocupaciones de los españoles, es que va a pasar con su pensión una vez se jubilen.

¿Tendremos pensiones?, ¿Cómo serán estas?… son cuestiones que lógicamente la gente se está comenzando a hacer cada vez con más frecuencia, y no es para menos, ya que no hace falta saber demasiado de economía para darse cuenta de que cada vez hay más personas que entran dentro de la edad de jubilación, y sin embargo el número de cotizantes a la seguridad social no crece en la misma proporción.

También hemos observado, que está aumentando el numero de ahorradores que están comenzando a planificar su jubilación de un modo privado, buscando generar un ahorro a largo plazo que les permita tener un cierto colchón de ahorro una vez dejen de trabajar, un ahorro que podría ayudarles a complementar la pensión que les pueda quedar en un futuro; una iniciativa que nos parece absolutamente necesaria.

¿Cómo ahorrar a largo plazo?

Quizás la manera más comúnmente conocida para ahorrar a largo plazo, es mediante el uso de Planes de Pensiones, un instrumento que sin embargo no siempre es el método más apropiado para planificar la jubilación, como veremos a continuación.

Ventajas de los Planes de Pensiones

La principal ventaja de los planes de pensiones, es la posibilidad que tienen de desgravarse una determinada cantidad de las aportaciones realizadas, en el IRPF, algo que beneficia a aquellos ahorradores con ingresos elevados.

Inconvenientes de los Planes de Pensiones

Este tipo de productos están configurados para ayudar a sus poseedores a generar un ahorro de largo plazo para el momento de su jubilación, por lo que solo pueden rescatarse llegado el momento de la jubilación o en el caso que se den una serie de supuestos excepcionales, como un paro de larga jubilación, una enfermedad grave o una invalidez, por ejemplo.

Fondos de Inversión

En nuestra opinión, los Fondos de Inversión es la mejor manera para ahorrar a largo plazo, ya que nos permiten aprovechar las ventajas de la inversión colectiva, al igual que los Planes de Pensiones, pero no tienen ningún tipo de restricción para poder rescatar el dinero. Es decir, un ahorrador que compre hoy un Fondo de Inversión, podría rescatarlo la semana siguiente si así lo quisiera o necesitara.

La única desventaja que tienen los Fondos de Inversión con respecto a los Planes de Pensiones, es que no gozan de una ventaja fiscal, pero como hemos comentado anteriormente, esto sería algo que solo podría interesar a aquellos ahorradores con rentas elevadas.

Liquidez, capacidad de diversificación, poder aprovechar las ventajas de las economías de escala, invertir en prácticamente cualquier mercado u activo o aprovecharse de las capacidades de gestión de profesionales, son algunas de las bonanzas de los Fondos de Inversión, que están al alcance de cualquier ahorrador, independientemente de cuál sea su capacidad de ahorro.

Conclusión

Si la jubilación nos preocupa, hay que tomar medidas cuanto antes. Comenzar a planificar un ahorro de largo plazo, es algo que nos ayudará en el futuro, por lo que no deberíamos de demorarlo más en el tiempo.

Contactar con un asesor financiero que nos ayude a revisar nuestra situación económica actual, y planificar la situación económica futura, puede ayudarnos a que la jubilación, sea un problema menor en nuestro día a día.

 

 

 

 

 

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