El ahorrador español cada vez valora más la figura del Asesor Financiero
Muchas veces, cuando hablamos de ahorrar para la jubilación, hay quienes piensan que con destinar la parte de sus ingresos que puedan ahorrar a una cuenta y no tocarlos, es suficiente. Sin embargo, como ya hemos dicho en muchas ocasiones, el dinero en cuenta corriente no es un método válido de ahorro, especialmente en momentos como el actual donde la inflación hace que el dinero pierda poder adquisitivo. Es decir, cuando los tipos de interés no logran superar a la inflación, el dinero es cuenta corriente nos hace un poco más pobres cada año que pasa. Es por ello que invertir ese dinero se convierte no solo en algo recomendable, si no en algo necesario.
Ahora bien, invertir no es sencillo, y esto es algo que todo el mundo sabe y que puede suponer un importante escollo a superar por aquellos ahorradores que siendo conscientes de que necesitan invertir para sacar rendimiento a sus ahorros, no saben cómo hacerlo. Es aquí, donde destaca o debería destacar más de lo que lo hace actualmente, la figura del Asesor Financiero, una figura que en países como Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, es clave.
En España, todavía estamos en una fase en la que aún siendo conscientes de la tremenda necesidad que tenemos de ahorrar para la jubilación o para completar esta, aún no confiamos en la figura del Asesor Financiero para ayudarnos a invertir nuestros ahorros, a pesar de que cada vez tenemos más formación financiera o acceso a la misma.
Motivos para que se de esta casuística podemos encontrar varios, pero quizás el principal motivo es que los ahorradores españoles se han acostumbrado a recibir un asesoramiento por parte de sus entidades bancarias de todas la vida, un asesoramiento que en muchas ocasiones a pesar de ser gratuito podía salir muy caro, ya que en la mayoría de ocasiones, las personas que prestaban este tipo de asesoramiento, por un lado no tenían los conocimientos suficientes (muchos empleados de banca, pasaron de comercializar tarjetas, préstamos o hipotecas, a vender productos de inversión tan complejos como las Preferentes o los bonos convertibles) como para poder prestarlo (aunque se tratara del director de la oficina bancaria) y por otro lado no hacían un asesoramiento desinteresado, si no una labor comercial, vendiendo los productos de su Entidad. De todos es sabido que las Entidades bancarias suelen tener periodos de campañas comerciales en los que se establecen una serie de objetivos a cumplir por parte de sus empleados.
Y aquí es donde hay que recordar la cantidad de productos tóxicos que algunas Entidades vendieron a sus clientes, sin que en la mayoría de los casos, ya no el producto fuera conveniente para ellos, si no que era un producto que ni siquiera quienes lo ofrecían a sus clientes conocían realmente en profundidad.
Así pues, creemos que la mejor manera de que cualquier ahorrador pueda conseguir sus objetivos, es la de confiar el cuidado y evolución de sus inversiones a personas que realmente se dedican a las inversiones de manera profesional.
Un buen Asesor Financiero debería de tener en cuenta los objetivos de inversión, las necesidades de liquidez, el horizonte temporal… y en base a ello, elaborar una cartera de inversiones con productos que el cliente conozca o entienda a la perfección, y que puedan ayudarle a cumplir sus objetivos, sea cual sea la Entidad que comercialice los mismos.
Sin embargo, es cierto que en los últimos años, y especialmente tras la entrada en vigor de la normativa MiFid II que impide que las entidades presten servicios de asesoramiento a aquellos clientes que no tengan firmado un contrato de asesoramiento con la Entidad, el número de ahorradores que han comenzado a solicitar los servicios de un Asesor Financiero no ha hecho más que crecer.
También a ello contribuye el hecho de que muchos clientes de grandes Entidades, se han quedado sin ningún tipo de asesoramiento, al no cumplir los requisitos de capital necesarios como para que a la Entidad le salga rentable asesorarle.
Pero no solo este ha sido el motivo. Como hemos comentado, el ahorrador español cada vez tiene a su alcance más información como para poder aumentar su formación financiera, lo que le puede ayudar a comprender el valor añadido que puede aportarle el trabajo de un Asesor Financiero que pueda velar realmente por sus intereses por encima de los de cualquier Entidad.